La segunda obra consiste en una escultura elaborada en concreto con acabado imitación cantera rosa, corresponde a una estudiante leyendo un celular, seguramente representado un teléfono inteligente por debajo de su pierna sostiene un libro de formato tradicional, reflejando la confluencia de dos tecnologías que caracterizan aún en nuestros días a los estudiantes universitarios. La chica se encuentra sentada sobre una banca tradicional de los parques de la ciudad de Celaya, especialmente forjada en el taller de fundición del Instituto Tecnológico de Celaya. La escultura llamada “mujer leyendo” es un homenaje a los estudiantes del tecnológico que suelen estudiar en los prados, en los jardines, en los pasillos del Instituto. Con el objeto de reconocer la estética inconfundible del edificio H que está hecho de cantera rosa, siendo un distintivo de la carrera de administración, decidí que esta escultura se policromara buscando emular a la cantera de la fachada de estos salones. La escultura inmortaliza la imagen del estudiante y su relación con la evolución informativa: en la mano izquierda tendrá un libro entre abierto que simboliza el pasado cuando el libro era nuestro único acceso a la educación y en la mano derecha tendrá un celular como un testigo de la nuevas formas en las generaciones actuales buscan informarse y tener contacto con el mundo
